Adicta a chupar pollas, eso es lo que es esta jovencita de pelo casi blanco, apenas virgen, que encontró un día un chupa chup por la calle y se lo llevó a la boca. Desde entonces necesita siempre tener algo entre los dientes. Por eso, de noche, duerme con la polla de su novio como un chupete y, claro, su novio se pasa la noche cachondo perdido...
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